La historia va de eternos y pasajeros.
Puedo componer una canción, un blues, y dedicártelo cada noche antes de hacer el amor. Podemos dormir abrazados todas las mañanas lluviosas de marzo e inventarnos alguna excusa para no ir a trabajar. Puedes beber de mi taza y vivir en mi casa cuando no tengas donde ir. Puedo prometerte que todo esto va a ser así; puedo cumplirlo incluso. Pero nunca olvides que vivimos en la tierra donde nadie acude a rescatar a Helena porque nadie se la ha llevado; Abelardo no le envía cartas a Eloísa y ella a él tampoco; Príamo no muere por Tisbe, ni Tisbe por Príamo; y Ulises siempre llega demasiado tarde.
Puedes ser muy especial, tanto como para convencerme de no ir a la oficina un lunes por la mañana para quedarme contigo en la cama. Pero no eternamente, no por mucho tiempo. Si me voy, si te vas, no creas que te vaya a escribir ninguna carta, tú tampoco lo harás. En algún cajón olvidado puede estar la partitura de aquél blues que compuse para ti; puedes pedir a alguien que te lo toque o yo tocárselo a otra persona. Puede que Ulises vuelva, pero nunca bajo la misma apariencia.
Puedo componer una canción, un blues, y dedicártelo cada noche antes de hacer el amor. Podemos dormir abrazados todas las mañanas lluviosas de marzo e inventarnos alguna excusa para no ir a trabajar. Puedes beber de mi taza y vivir en mi casa cuando no tengas donde ir. Puedo prometerte que todo esto va a ser así; puedo cumplirlo incluso. Pero nunca olvides que vivimos en la tierra donde nadie acude a rescatar a Helena porque nadie se la ha llevado; Abelardo no le envía cartas a Eloísa y ella a él tampoco; Príamo no muere por Tisbe, ni Tisbe por Príamo; y Ulises siempre llega demasiado tarde.
Puedes ser muy especial, tanto como para convencerme de no ir a la oficina un lunes por la mañana para quedarme contigo en la cama. Pero no eternamente, no por mucho tiempo. Si me voy, si te vas, no creas que te vaya a escribir ninguna carta, tú tampoco lo harás. En algún cajón olvidado puede estar la partitura de aquél blues que compuse para ti; puedes pedir a alguien que te lo toque o yo tocárselo a otra persona. Puede que Ulises vuelva, pero nunca bajo la misma apariencia.
2 comentarios:
El amor es la piedra que Sísifo empuja
el mundo el cascabel de un gato asustado
Nadie nos avisó que amar es doler
que crecer es aprender
que para regresar
y para casi todo es tarde...
(Ismael Serrano - Canción para un viejo amigo)
Me recordó a eso
Precioso y tan cierto lo que has escrito
Un beso enorme guapa
Nadie puede ser imprescindible por mucho tiempo, ni inolvidable para siempre.
(Ostia, con lo poco que megustan las frases absolutas...)
Publicar un comentario