lunes, 10 de agosto de 2009

Mais c'est un rêve

La historia va de realidades oníricas.
.
«Niebla dorada, colcha esponjosa. Otro despertar, pero probablemente no el último todavía. Esto le ocurría con cierta frecuencia: vuelves en ti y te ves, pongamos por caso, sentado en un elegante compartimento de segunda clase, en compañía de una pareja de elegantes desconocidos; la verdad, sin embargo, es que se trata de un falso despertar, un simple estrato de tu sueño, como si te elevaras de estrato en estrato sin llegar nunca a la superficie, sin alcanzar nunca la realidad. Pero tu pensamiento encantado confunde cada estrato del sueño con la puerta de la realidad. Crees en ella, sales conteniendo el aliento de la estación a la que te llevaron fantasías inmemoriales, cruzas la plaza de la estación. Apenas distingues nada, porque la lluvia enturbia la noche, tus gafas están empañadas y lo que quieres es llegar cuanto antes al hotel fantasma que te espera al otro lado de la plaza, para lavarte la cara, cambiarte los puños de la camisa y lanzarte luego a merodear por las calles deslumbrantes. Algo ocurre, sin embargo —un contratiempo absurdo—, y lo que te parecía realidad pierde bruscamente todo picazón y gustillo de realidad. Tu consciencia se engañaba: sigues profundamente dormido. Un sueño incoherente embota tu cerebro. Y entonces llega un nuevo instante de aparente percepción: esta niebla dorada y la habitación de hotel en que te encuentras, cuyo nombre es «El Montevideo». Un tendero que conocías en tu tierra, un berlinés nostálgico, te lo había apuntado en un papel. Pero, a fin de cuentas, ¿quién sabe? ¿Es esto realidad, la realidad final, o de nuevo un simple sueño engañoso?».
.
Fragmento extraído de:
Rey, dama, valet, Vladimir Nabokov.
.
.
Es verdaderamente agoviante ir de sueño en sueño tratando de alcanzar la realidad. A mí últimamente me pasa noche sí, noche también. Será que duermo demasiado. ¿Qué opina Freud sobre esto?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Al menos es mucho mejor que soñar despierto

hipster dijo...

jajaja, no, creo que kerouac nunca estuvo en Sabadell. No sabía lo que se estaba perdiendo.
he estado unas cuantas veces en el Barro conociendo a los personajes del lugar.
el próximo sabadell tomaremos un té con vino blanco caliente.
adeu.

SOBRE MI

Mi foto
Tengo veintiún años y desde hace cuatro frecuento la carrera de Humanidades y otros lugares de alterne por el estilo. Soy inquieta, inconstante e inestable. Adoro la calma, pero mi vida es un caos.