El desapego. Después de valorar lo que tenía, lo que no tenía, lo que podría haber tenido, lo que esperaba tener y lo que, una vez perdido, azoradamente echado en falta, había decidido que el desapego sería el modo definitivo de eludir el desengaño. Entre otras cosas -y de entre esas, quizás, la mas trivial-, nunca volvería a leer la que consideraba “su novela favorita”, llena de notas al margen, de subrayados de trazo vehemente y de esquinas dobladas. Ya no volvería a doblar esas esquinas, sus preciadas y añoradas esquinas que llevan hasta Alabama. Porque desde ahora Alabama no iba a ser más que Miniápolis, Moscú o La Habana. Desde ahora, Alabama iba a ser solo una región del sureste de Estados Unidos.
MEMORIAS DE UNA PROSTITUTA HURAÑA
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SOBRE MI
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- ASTRID G.
- Tengo veintiún años y desde hace cuatro frecuento la carrera de Humanidades y otros lugares de alterne por el estilo. Soy inquieta, inconstante e inestable. Adoro la calma, pero mi vida es un caos.
5 comentarios:
tan posmoderna como siempre.
a tu aurea mediocritas yo le contesto:
audaces fortuna iuvat!
No creo que la "audacia" sea el opuesto de la "mediocritas". Para mi, una persona mediocre es audaz porque intenta armonizar el blanco y el negro. En cambio, no me parece nada audaz fijar el objetivo en el blanco, por ejemplo, y huir del negro. Vamos, me parece muy cobarde.
En mi humilde opinión la armonía es una fachada construida por silencios, mentiras, evasiones y autoengaños: una ilusión. La audacia es lucha, dolor y progreso y la armonía es paz, estancamiento y conformismo. A veces necesitamos una cosa, a veces otra.
Yo creo que si construyes una casa con materiales mediocres para gastar menos es más fácil que se derrumbe. Pero eso no significa que todas las casas sean frágiles.
No entiendo de blanco ni de negro, eso me parece maniqueo y yo solo sé si algo me gusta o no y por qué.
Pero bueno piensa que soy daltónico jajajaja.
i.o.
Aix... Sac, me gustaría poder ahora decirte algo como "cuando crezcas lo entenderás", jejeje.
But well, para gustos los colores -sí, tus interpretaciones alteradas del color también caben aquí; de todos modos, ¿quién dice que esa nintendo no era rosa? Quizás somos nosotros los daltónicos... who knows.
ya lo has dicho
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