Golpeó su espalda contra los azulejos de la cocina
y fue resbalando hasta el suelo sin prisa.
Lamentó haber olvidado el vino encima de la mesa,
demasiado lejos de ahí abajo,
demasiado cansada para levantarse, para cogerlo.
Prefirió estar consciente y sentada
que borracha y de pié.
... y en un momento cualquiera, en un lugar cualquiera,
seguro que alguien también estuvo cayendo.
2 comentarios:
te cacé.
justo aquí y ahora.
prostituta huraña o no, me encantas ^^
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